Afirmaciones

Las siguientes afirmaciones intentan definir mi cosmovisión en bases de mi fe cristiana sobre la Creación, sobre la Caída, sobre la Redención y sobre la Biblia.

  • Creo que la creación fue un acto libre de Dios, por el cual creó la existencia del universo y todo lo que contiene, sin el uso de materiales preexistentes —creatio ex nihilo—de la nada. Que Dios en la creación estableció una orden cósmica por medio de la cual mantiene, gobierna y dirige todas las cosas conforme a su ley. Que el hombre no fue creado para satisfacer una necesidad o deficiencia en Dios, porque la naturaleza divina de Dios no tiene necesidades inherentes. Él es su propia satisfacción trinitaria. Por lo que hace al Dios trino ser autosuficiente y único en su excelencia. Creo que Dios, al crear todas las cosas, lo hizo para revelar su poder, su gloria, su sabiduría y su reino, como una proclamación de su soberanía en la creación.

  • Creo que Adán y Eva perdieron su lugar de privilegio con Dios cuando ellos cayeron en la tentación de Satanás al fijarse en sí mismos en la codicia de su autonomía, llenándose de orgullo en su sabiduría y satisfaciendo los deseos de la carne. Como resultado de sus desobediencias, ellos murieron espiritualmente, alejándose de la comunión con Dios y de sus propósitos originales que le fueron encomendados en cultivar y cuidar lo que Dios había creado. (Génesis 2:15, 16-17)

    La creación también fue infectada. Así como la Palabra de Dios lo expresa claramente: «… maldita será la tierra por tu causa…» (Génesis 3:17). Dando testimonio de su inclinación (Romanos 8:22-23): «Pues sabemos que la creación entera gime y sufre hasta ahora dolores de parto. Y no solo la tierra, sino también nosotros mismos…». Por causa de la desobediencia del hombre en el desarrollo del Mandato Cultural, también lleva el sello en el corazón del hombre. Lo que implica que sus labores en las estructuras sociales también fueron inclinadas por los efectos de la desobediencia del hombre, todo ha sido descompuesto, tales como la justicia, la familia, el estado, etc. (Santiago 4:1-5).

  • El amor de Dios es uno de sus atributos divinos que manifiesta la disposición de Dios a darse a sí mismo para el bien de los escogidos (Jeremías 31:3; 2 Corintios 5:17-19; Romanos 5:8). Esto afirma que la salvación es la trayectoria de la historia de la redención que Èl ha orquestado desde la eternidad pasada. Comenzando con (Génesis 3:15 a lo largo de los pactos). Es el medio por el cual somos rescatados y librados de la ira de Dios. La intensidad del amor de Dios es la motivación que se enfoca únicamente en la Persona de Jesucristo el Redentor (Romanos 5:8, Juan 3:16; 1 Timoteo 2:5-6; 2 Corintios 5:19; 1 Juan 4:8-10). Por esta razón, el amor Dios en Cristo Jesús es la piedra angular de nuestra redención.

    La redención también es Cósmica en el sentido de que la obra expiatoria de Cristo, el segundo Adán restaura, al hombre caído a través de la obra regeneradora del Espíritu Santo; a fin de que el hombre con la imagen renovada de Dios, rescate, restaure y dirige su oficio originario manifestado en la Escritura como su Mandato Cultural que le fue encargado al hombre por Dios (Romanos 8:19-22).

    Solamente Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: «Maldito todo el que cuelga de un madero», a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe (Gálatas 3:13-14).

    • Influencia revolucionaria de la Biblia:

    Creo que la Biblia representa, sin duda, el summum de la literatura universal. Es el libro por excelencia: El más traducido, el más vendido, el más leído, el más estudiado, el más admirado y el más criticado. Ha sido la fuente de fe durante milenios, incluso hasta el día de hoy. La Biblia inauguró la era moderna de la página impresa, es el libro que más influenciado en las culturas y que más decisivamente ha marcado nuestra manera de pensar (Romanos 15:4).

    • Mi convicción:

    Creo que la Biblia es la Palabra verbalmente inspirada, inerrante e infalible de Dios, y es la autoridad suprema sobre toda fe y enseñanza (Proverbios 2:6; Salmo 119:130). Creo que la Biblia es la única autoridad para determinar si la enseñanza es verdadera o falsa. Ningún otro libro, ningún maestro, ni ninguna tradición pueden ser considerados iguales a la Biblia en términos de autoridad (Isaías 8:20). La Biblia es la regla de fe y conducta (1 Pedro 2:2).