«La gracia crece ejercitándola y decae por desuso».
—Thomas Brooks

El crecimiento bíblico es fundamental porque refleja el proceso vital de transformación que Dios desea en la vida de cada creyente, llevándolo a una mayor semejanza a Jesucristo y una relación más profunda con Dios.

Aquí comparto 4 observaciones de la importancia del crecimiento bíblico.

  • Crecimiento como prueba de vida

    • La Biblia compara el inicio de la vida cristiana con el nacimiento espiritual, enfatizando que el crecimiento es una señal inevitable de que existe verdadera vida en Cristo. Tal como un recién nacido debe crecer, los creyentes deben avanzar en la fe, sabiduría y santidad. Si esto no ocurre, algo está mal, porque donde hay vida espiritual, hay crecimiento espiritual.

  • Proceso de transformación interna

    • El crecimiento bíblico no es simplemente mejorar comportamientos externos, sino una obra profunda del Espíritu Santo en el corazón. La Biblia enseña que este crecimiento implica renovar la mente y transformar los deseos, pensamientos y actitudes para alinearlos con los valores de Dios (Romanos 12:2). Es el Espíritu quien produce cambios internos, como el desarrollo del fruto del Espíritu (amor, gozo, paz, paciencia, etc.), y una vida cada vez más alejada de las obras de la carne.

  • Conocimiento y comunión

  • La Palabra de Dios tiene un papel central; así como la leche alimenta al bebé, la Biblia alimenta el crecimiento del creyente. El conocer a Dios y experimentar su gracia, y no solo acumular información religiosa, es imprescindible para avanzar espiritualmente. Además, la comunión con otros cristianos fortalece este proceso, ya que la vida cristiana se vive en comunidad y unidad (1 Pedro 2:2).

  • Evidencias del crecimiento bíblico

    • El desarrollo espiritual se manifiesta en una vida más parecida a Jesucristo: humildad, obediencia, amor y servicio. Es necesario establecer fundamentos sólidos y avanzar a nuevas etapas, evitando la inmadurez o el estancamiento. La transformación se refleja tanto en la esfera personal como en la manera de relacionarnos con los demás, y está acompañada de una actitud constante de avance y búsqueda de la meta que es Cristo mismo (Filipenses 3:8; 14).

  • Conclusión

    • El crecimiento bíblico es esencial, pues representa la vida, la transformación y la madurez espiritual que Dios obra en cada creyente, guiándolo a una relación más íntima y semejante a Jesús La Biblia es nuestra santificación (Juan 17:17).



Rogamos al Señor que nos ayude a crecer en Su gracia.